Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://haarisupbf660753.blogdemls.com/38357894/el-cabezazo-de-zidane-análisis-emocional